#40. La vuelta a la rutina, algo ha hecho click y que cada uno aporte lo que sepa. Grito hacia Roma (Federico García Lorca)
Por algo las vacaciones son el período más extraño del año, de golpe y porrazo se esfuman como una tormenta de verano, te dejan vendido, a solas, cara a cara con la rutina y allá se las apañe usted.
Este año he tenido una sensación absolutamente nueva: este periodo extraño del año que siempre se caracterizaba por pasarse a una velocidad de vértigo (sin darme cuenta ya se había pasado) este año a tres días vista el la vuelta al trabajo pensé “se me están haciendo largas las vacaciones” (que no aburridas).
Creo que debido al empeño casi obsesivo desde el primer segundo desde que empezaron, comencé a disfrutarlas sin ataduras mentales del tipo:
todavía me quedan x días, un día menos de vacas, un día menos para volver… que eran pensamientos habituales, redundantes y que no conseguía evitar, este año todo ha sido un dejarse llevar, un disfrutar sin programar más que lo inmediatamente que vendría después, una deriva de horas de lectura, de sueños que advertían pero yo ignoraba… quizás sean los cuarenta o que alguna minúscula gota de madurez está orillándose en mi costa, sinceramente no me importan los motivos pero si los resultados.
Gracias a ese pequeño-gigante click se me ha abierto una nueva dimensión a la hora de afrontar este tipo de periodos ambiguos que hay una o dos veces al año, por supuesto he pesando que igual es debido a que necesitaba muchísimo desconectar de la apisonadora de la rutina y de ahí el enorme disfrute, la alegría y el devenir de los días como a 0,5 de la velocidad habitual… no lo sé, como ya he dicho, aunque si me dieran a elegir casi preferiría que fuese esa minúscula gota de ingenua madurez.
No me estar en ninguna posición superior moral o intelectual a nadie pero si creo firme y convencido (y cada vez más) que cada uno debe aportar lo que sepa o incluso crea necesario para aquello en lo que participe.
Quiero decir con esto que no me gusta exigir o esperar lo que yo haría, diría o daría en diversas situaciones, ya que no soy yo el que está enfrente mía, sino otra persona, otra conciencia o otro universo totalmente distinto (por muy afín que pudiera llegar a ser) a mi.
Igual algunos lo catalogan de pasotismo, hippieismo… etcétera
no están en lo cierto pues la experiencia (propia) me ha demostrado que es mejor así, menos líos, menos conflictos, menos desengaños y decepciones en general.
“Que cada uno aporte lo que sepa” como nuevo y bienvenido mantra vital.
El pasado jueves 18 de agosto de 2022, participé en una lectura homenaje a Federico en el 86 aniversario de su fusilamiento, en casa, en Aleatorio, leímos entre varios su Poeta en Nueva York.
GRITO HACIA ROMA
(desde la torre del Chrysler Building)
Manzanas levemente heridas
por finos espadines de plata,
nubes rasgadas por una mano de coral
que lleva en el dorso una almendra de fuego,
Peces de arsénico como tiburones,
tiburones como gotas de llanto para cegar una multitud,
rosas que hieren
Y agujas instaladas en los caños de la sangre,
mundos enemigos y amores cubiertos de gusanos
caerán sobre ti. Caerán sobre la gran cúpula
que untan de aceite las lenguas militares
donde un hombre se orina en una deslumbrante paloma
y escupe carbón machacado
rodeado de miles de campanillas.
Porque ya no hay quien reparte el pan ni el vino,
ni quien cultive hierbas en la boca del muerto,
ni quien abra los linos del reposo,
ni quien llore por las heridas de los elegantes.
No hay más que un millón de herreros
forjando cadenas para los niños que han de venir.
No hay más que un millón de carpinteros
que hacen ataúdes sin cruz.
No hay más que un gentío de lamentos
que se abren las ropas en espera de la bala.
El hombre que desprecia la paloma debía hablar,
debía gritar desnudo entre las columnas,
y ponerse una inyección para adquirir la lepra
y llorar un llanto tan terrible
que disolviera sus anillos y sus teléfonos de diamante.
Pero el hombre vestido de blanco
ignora el misterio de la espiga,
ignora el gemido de la parturienta,
ignora que Cristo puede dar agua todavía,
ignora que la moneda quema el beso de prodigio
y da la sangre del cordero al pico idiota del faisán.
Los maestros enseñan a los niños
una luz maravillosa que viene del monte;
pero lo que llega es una reunión de cloacas
donde gritan las oscuras ninfas del cólera.
Los maestros señalan con devoción las enormes cúpulas sahumadas;
pero debajo de las estatuas no hay amor,
no hay amor bajo los ojos de cristal definitivo.
El amor está en las carnes desgarradas por la sed,
en la choza diminuta que lucha con la inundación;
el amor está en los fosos donde luchan las sierpes del hambre,
en el triste mar que mece los cadáveres de las gaviotas
y en el oscurísimo beso punzante debajo de las almohadas.
Pero el viejo de las manos traslucidas
dirá: amor, amor, amor,
aclamado por millones de moribundos;
dirá: amor, amor, amor,
entre el tisú estremecido de ternura;
dirá: paz, paz, paz,
entre el tirite de cuchillos y melones de dinamita;
dirá: amor, amor, amor,
hasta que se le pongan de plata los labios.
Mientras tanto, mientras tanto, ¡ay!, mientras tanto,
los negros que sacan las escupideras,
los muchachos que tiemblan bajo el terror pálido de los
directores,
las mujeres ahogadas en aceites minerales,
la muchedumbre de martillo, de violín o de nube,
ha de gritar aunque le estrellen los sesos en el muro,
ha de gritar frente a las cúpulas,
ha de gritar loca de fuego,
ha de gritar loca de nieve,
ha de gritar con la cabeza llena de excremento,
ha de gritar como todas las noches juntas,
ha de gritar con voz tan desgarrada
hasta que las ciudades tiemblen como niñas
y rompan las prisiones del aceite y la música,
porque queremos el pan nuestro de cada día,
flor de aliso y perenne ternura desgranada,
porque queremos que se cumpla la voluntad de la Tierra
que da sus frutos para todos.
FGL💜